Un adolescente de doce años empieza la secundaria en una escuela nueva, a comienzos de la dictadura militar de 1976-1983. Amistad, envidias, amor y terror en la vida de un joven argentino.Hablo de una partida cuyo resultado conozco, porque estuve entre quienes la jugaron. No revelare el final pero dire, si, que no involucra tan solo muertes simbolicas.La juventud y en particular, la adolescencia es un tiempo explosivo, exuberante. La sensacion de que uno durara para siempre, mas que el mar, la Tierra y la totalidad de los hombres, decia Joseph Conrad. Pero ser pibe durante una dictadura, como la de los 70 en la Argentina, supone un juego diferente. Que demanda no solo coraje, sino una dosis de picardia.El narrador de Valecuatro cursa la escuela secundaria cuando irrumpe la dictadura; sin embargo, nada cambia. Todo sigue pareciendo normal. Hasta que percibe el terror que desborda el escenario de carton piedra que monto el poder. Y descubre que, ademas de los desafios que acucian a cada adolescente su lugar en la sociedad, el sexo, el amor, una realidad tan injusta que subleva, su situacion entraña otros peligros. Para el cuerpo, si, pero sobre todo para el alma.Con humor y sensibilidad, la nueva novela de Marcelo Figueras se pregunta que pasa cuando el mundo se pone espantoso y, en vez de fingir demencia, todos fingen normalidad. En esa emergencia, aunque toquen cartas malas, no queda otra que encontrar un modo de ganar la partida.La critica dijo:Novela de terror hecha y derecha, [] salpicada de gotas de humor, evocadora del relato fantastico ingles del siglo XIX no menos que del cinismo acido del policial norteamericano del siglo pasado. [] originalidad propia de alta afinidad con los fantasmas presentes en la identidad latinoamericana.Jorge Pinedo, El Cohete a la Luna, sobre Todos los demonios estan aqui En El negro corazon del crimen, el tono elegido por Figueras es particular: un realismo jugoso, lleno de dialogos, que no se niega los momentos de dramatismo ni mucho menos los de romanticismo y comedia.Elvio E. Gandolfo, La NacionEl muchacho peronista es probablemente una de las mejores novelas de los años noventa.Elsa Drucaroff, Los prisioneros de la torre Los finales felices son imposibles en historias como esta, pero Kamchatka no es una novela desesperanzada. Lo mejor de ella es la forma en que, sin hablar apenas de politica ni de violencia, Figueras logra transmitir ternura, humor y una infinita tristeza.Rosa Mora, El Pais (España)En El rey de los espinos no es la realidad la que golpea las puertas de la ficcion, sino la ficcion la que se mete de un piedrazo en la realidad.Fernando Bogado, Radar Libros, Pagina/12
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