La arquitectura es una práctica social y cultural que debe responder con amplios criterios funcionales y estéticos, es decir, con aquellos que se adapten mejor a los procesos neurológicos comportamentales y fisicos de todas las personas. No deberia ser una escultura para admirar desde afuera y vivir con dificultades desde adentro. En esta linea de pensamiento y accion se reunen el envejecimiento como funcionamiento humano y la arquitectura con una propuesta para el desarrollo de recomendaciones tecnicas, funcionales y esteticas para diseñar entornos y edificios vivenciales y terapeuticos, que se convertirian en un conjunto de valores que culminarian en la justicia. Esta investigacion teorica y aplicada se basa en los estudios y procedimientos que se han llevado a cabo en proyectos de accesibilidad para la diversidad de modos cognitivos de las personas, en general, y el analisis, en particular, de la espacialidad de centros de dia, residencias para adultos-mayores y proyectos realizados sobre la base del modelo para diseñar espacios comprensibles. Su intencion es que sirva de base para el desarrollo de directrices tecnicas actualmente escasas y dispersas, relacionadas con la atencion, proteccion y mejora de la calidad de vida de las personas, en especial, en zonas urbanas, que no facilitan un desenvolvimiento adaptado a las caracteristicas de salud, fisicas y psicologicas, tan diversas de la poblacion mayor. Se requiere que todos los profesionales, incluidos los del diseño y la construccion, piensen en la importancia de dedicar un tiempo a compartir experiencias en materia de espacios idoneos para la vejez. Los equipamientos que se diseñan son muchas veces entendidos como lugares hospitalarios y asistenciales, no para la recreacion y la activacion neurologica; o como conjuntos hoteleros donde prevalece el concepto estetico de sus fachadas y sus materiales, en lugar de buscar una etica del diseño, que favorezca a las personas en su funcionamiento integral. Se limitan de esta manera experiencias vitales, vivenciales, que son imprescindibles tanto en la infancia como en la madurez, pero que, en la vejez, si no hubiera este tipo de aportes, la vida se reduciria, esperando que de la mano se dirijan sus dias y sus noches hasta que, injustamente, terminen muriendo de soledad o de pena.Ese es el gran reto que se asume con un enfoque integral y, sobre todo, profundo: porque mira hacia el interior de las funciones neurologicas y hacia el exterior de la conducta: las complejas relaciones del sistema nervioso humano (SNH) en su experiencia espacial.
Ver más