En un Koth devastado por la rebelión, Conan de Cimeria alquila su espada como mercenario al mejor postor, para encontrarse en medio de un múltiple complot mortal.
El Príncipe conspira contra el Rey. El Barón contra el Príncipe. El Mago sirve a cualquier amo que fomente sus oscuros intereses. El capitán de los mercenarios sólo presta atención al oro, venga de la mano que venga.La Reina ama a Conan, aunque le envíe a una muerte segura por el bien de su reino. La Guerrera no permite que le toque ningún hombre, aunque desee al musculoso Cimerio. En las montañas que, según la leyenda, se levantarán para destruir cualquier ejército enemigo, se unirán por fin.
Cuando no hay ninguna mano en la que confiar, cuando se alzan los torbellinos de traición y muerte, Conan sólo tiene una forma de sobrevivir. Debe convertirse en Conan el Renegado.