Todos los años solemos emocionarnos de nuevo al ver en televisión la película Marcelino Pan y Vino, basada en la novela del mismo nombre, convertida ya en un clásico de nuestra literatura. A sus ochenta y siete años, José María Sánchez-Silva, su autor, sigue siendo un niño grande; más niño que grande, obstinado en contarnos historias de este mundo con los ojos de su Marcelino que le dio fama mundial. Fruto de esa inquietud ha nacido este volumen de cuentos escritos con la misma ternura y sensibilidad que sus anteriores novelas. Son pequeñas piezas maestras cuya lectura le harán emocionarse, reír, llorar y, también, reflexionar sobre su propia vida. Dios está presente en todas ellas. Una última advertencia: no son cuentos para mayores; están dirigidos al niño que todos los adultos llevamos dentro. Disfrute de su lectura.