El Derecho Romano es una disciplina fascinante. Hace más de veinte siglos, alcanzó un nivel de desarrollo científico que, en ciertos aspectos, aún hoy no ha sido superado. Además, su influencia posterior fue fundamental en la configuración de la cultura jurídica occidental. Por estas y otras razones ampliamente conocidas, su estudio resulta esencial en la formación de los futuros juristas.