Doña Rosita, explica Federico García Lorca (1898-1936), es la vida mansa por fuera y requemada por dentro de una doncella granadina que poco a poco se va convirtiendo en esa cosa grotesca y conmovedora que es una solterona en España. Cada jornada de la obra transcurre en una época distinta, desde fines del siglo pasado hasta los felices años veinte. Mientras el tiempo huye irremediablemente, son los otros los que hacen solterona a una mujer que se pregunta de manera abierta si es que no tiene derecho a respirar con libertad. Con toda justicia anunció Lorca la obra como poema para familias. ¡Cuántas damas maduras españolas, añade, se verán reflejadas en doña Rosita como en un espejo!. Aunque se presenta y articula como una comedia es, en realidad, un drama, el drama de la cursilería española, de la mojigatería española, del ansia de gozar que las mujeres han de reprimir por fuerza en lo más hondo de su entraña enfebrecida. Luis Martínez Cuitiño, miembro del Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina y profesor titular de la Universidad Católica de Argentina, ofrece en esta edición las claves para la comprensión de la obra.
Ficha técnica
Editorial: Austral
ISBN: 9788467023411
Idioma: Castellano
Número de páginas: 192
Tiempo de lectura:
4h 31m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 01/07/1999
Año de edición: 1999
Plaza de edición: Barcelona
Colección:
Contemporánea
Contemporánea
Serie/Saga: Teatro
Número: 1
Alto: 19.0 cm
Ancho: 12.5 cm
Peso: 198.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Federico García Lorca
Fuente Vaqueros, (1898-1936). Federico García Lorca, poeta y dramaturgo, pasó los primeros años de su infancia en su pequeño pueblo granadino antes de marchar a Granada para estudiar en la Universidad. Allí conoció a Manuel de Falla, personaje que ejerció gran influencia sobre él, transmitiéndole el amor por el folclore y lo popular. Años más tarde, se trasladó a la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde Lorca se dedicó con pasión a la música, el dibujo, el teatro y la poesía. Su obra se caracterizó por poseer un lenguaje personal, inconfundible, que residió en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación.