Una noche se desata una terrible tormenta, y destroza la casa del castor. El agua entra por el tejado y también por la ventana. ¡Qué desastre! El castor tiene que mudarse. Muy triste por tener que irse, empieza a buscar una nueva casa. En la otra orilla del lago hay una vacía. Pero, ¿y sus amigos? ¿Se sentirá igual de bien lejos de ellos, al otro lado del lago?.