El deseo muy natural, entre las personas que se ocupan del espiritismo, es el poder entrar por sí mismas en comunicación con los Espíritus; esta obra está destinada a facilitarles el camino, haciéndoles aprovechar el fruto de nuestros largos y laboriosos estudios, porque se tendría una idea muy falsa, si se creía que para ser experto en esta materia bastaba colocar los dedos sobre una mesa para hacerla girar, o tener un lápiz para escribir. La experiencia nos confirma todos los días en la opinión de que las dificultades y las contrariedades que se encuentran en la práctica del espiritismo, tiene su origen en la ignorancia de los principios de esta ciencia. El espiritismo ha hecho grandes progresos desde algunos años, pero los ha hecho sobre todo inmensos, desde que ha entrado en la vía filosófica, porque ha sido apreciado por las gentes ilustradas. Hoy día, no es ya un espectáculo: es una doctrina de la que ya no se rien, los que se mofaban de las mesas giratorias.
Ficha técnica
Editorial: Humanitas
ISBN: 9788479101305
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 30/11/0002
Especificaciones del producto
Escrito por Allan Kardec
Allan Kardec, seudónimo de Hyppolyte Leon Denizard Rivail, (Lyon, 3 oct. 1804 –París, 31 mar. 1869). Codificador del espiritismo y pedagogo. Hijo de un abogado, comenzó sus estudios en Lyon, completando su educación en letras, ciencia y medicina en el Instituto Pestalozzi de Yverdon (Suiza) Poseedor de una inteligencia penetrante y amplio espíritu observación. Rivail captó la simpatía de Pestazzoli, quien lo designó su colaborador. Tenía 19 años cuando comenzó a ocuparse del magnetismo, y más tarde, interesado por el misterio de las mesas giratorias, tomó contacto con el mediumnismo dedicándose desde 1850 de lleno a su estudio. En 1856, influenciado por unas supuestas comunicaciones de un espíritu que decía ser su guía protector y le reveló que debía cumplir una gran misión, se abocó con gran fervor a la difusión y codificación de la causa espírica. Adoptó el seudónimo de Allan Kardec (nombre que había llevado en una reencarnación anterior en tiempos de los druidas) y publicó en 1857 Le livre d’esprits, su obra fundamental, que alcanzó enorme difusión y se convirtió en texto básico de la doctrina. Poco antes de morir sentó las bases de una organización que debía continuar su obra. Por su doctrina filosófica, método científico y moral universal, las enseñanzas espíritas de Allan Kardec obtuvieron rápida difusión por todo el mundo, conquistando millones de adherentes.