Sinopsis de EL MALESTAR DE LAS MUJERES: LA TRANQUILIDAD RECEPTADA
Las mujeres somos las principales consumidoras de toda clase de terapias. Somos, también, la proporción más numerosa de estudiantes y profesionales que asisten a cualquier curso y actividad de corte psicológico. Los servicios asistenciales cuentan, en sus plantillas de colaboradores, con un número siempre superior de mujeres con respecto al de hombres. No obstante este evidentísimo fenómeno de feminización de la Salud Mental, no somos las mujeres las protagonistas principales a la hora del planeamiento o de la confección de políticas asistenciales para los problemas que aquejan a las mujeres.
Necesitamos miles de otras mujeres que como las autoras del presente trabajo se unan a la labor de revisión, de replanteamiento, de teorización sobre la psicología y la psicopatología femeninas; que se unan a la tarea de definir con mayor precisión sus malestares y sus formas de recuperación: que se sumen a las mujeres que intentan ser protagonistas de derecho cuando hay que sentar definición y norma sobre salud y enfermedad. Hay que dejar bien sentado que este llamado no entraña ninguna intención separatista, todo lo contrario: ojalá se unieran a nuestras preocupaciones y a nuestra labor todos los profesionales de la Salud Mental hombres. Pero, para nosotras las mujeres, esta tarea implica la puesta en práctica de un imperativo ético: cada uno debe responsabilizarse de lo suyo.