Markus Grolik nació en 1965. Sintió la afición por el dibujo desde que era muy niño. Dibujaba todas aquellas escenas de la vida cotidiana que le resultaban divertidas, y es algo que ha sabido transmitir en su trabajo posterior. Sus ilustraciones buscan la comicidad y saben captar el momento a que hacen referencia. Se caracterizan por la riqueza de detalles y la expresividad del rostro de los personajes, destacando las situaciones o los gestos más simpáticos de cada uno. Sirva de ejemplo la ilustración de la familia de vampiros o la cerda posando para el pintor.