FOSFOROS EN MANOS DE UNOS NIÑOS

Carla Delgado y Germán Navarro llevan vidas en absoluto coincidentes. Ella acaba de comenzar a trabajar como auditora; él ejerce como contable en la delegación local de una importante empresa. Sin embargo, sus existencias se desarrollan entre parecidas coordenadas. Germán vive bajo los auspicios de su madre, una anciana cuya única ocupación en la vida es cuidar de su hijo. Como salida a ese mundo coadyuvador y banal, cada semana acude a un par de clubes de alterne, en uno de los cuales conoce a una joven, Helena, que le subyugará sin remedio. Carla, por su parte, siente que su vida aún está pendiente de ser definida, que no ha encontrado su espacio propio. De repente, se suceden diversas circunstancias que trastocarán las bases sobre las que hasta ahora se había sustentado su existencia: su mejor amiga, Sabina, ha sido ingresada en el hospital víctima de una brutal paliza; y en su nuevo trabajo, tiene que soportar el acoso a que la somete uno de sus jefes, aprovechándose de la situación de debilidad en que se encuentra. El azar hará que los destinos de ambos se entrecrucen en una relación absorbente y disoluta que cambiará por completo su comprensión de sí mismos.