Estamos ante uno de esos textos sorprendentes que surgen de vez en cuando para engrandecer la literatura, J.M. Amilibia logra poner marco al desorden y a la confusión que toda vida es y lo hace con un estilo directo, periodístico, preciso y sugerente. Con brochazos de impresionista inunda el tiempo y la acción de luz y casi obliga al lector a distanciarse para percibir el auténtico sentido tanto del tiempo en ei que acontece todo como del lugar que, aunque reconocible, deviene en metafórico, Una infancia irrespirable en una postguerra siniestra en un Bilbao recordado con borrosa y onírica emoción, Marida con humor divertidos personajes y situaciones tenebrosas utilizando técnica de suspense cinematográfico. Retrata Amilíbia el pasado sin la menor benevolencia» ni la más leve compasión con los verdugos, pero tampoco con las víctimas, él mismo entre éstas, que acaban siendo así, dos veces víctimas, A cada paso abre una puerta a la incógnita que, al desarrollarse, a su vez abre otra y otra máss anillando así el cerco de uncrescendo que aboca al lector a la necesidad de saber y que le va atando al relato hasta el punto de desarmarlo con un final sorprendente. Su maquinaria narrativa funciona como si partiera de un poema, evolucionará como un thriller y culminará como una tragedia, sin dejar en ningún momento de ser literatura.
Ficha técnica
Editorial: Ikusager Ediciones, S.A.
ISBN: 9788485631896
Idioma: Castellano
Número de páginas: 200
Tiempo de lectura:
4h 42m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 23/01/2003
Año de edición: 2003
Plaza de edición: España
Alto: 2.3 cm
Ancho: 1.5 cm
Peso: 425.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Jesús María Amilibia
M. Amilibia, es periodista y escritor, autor de más de una docena de novelas y varios libros de humor y periodísticos. No pertenezco a ninguna tribu política: prefiero equivocarme solo. Reivindico el derecho a no creer en casi nada. Tengo muchas más preguntas que respuestas. No me gustan las masas, los políticos, el capitalismo salvaje, beber con mala conciencia por culpa de la hernia de hiato, los tipos que caminan mirando el móvil. Me gusta el cine, los animales, los árboles y los escritores que escriben contra sí mismos y tienen la habilidad de extrañar. Antes me gustaba fumar, el whisky y el póquer. Amo y odio la soledad. He escrito en Pueblo, Informaciones, El Imparcial y ABC. En revistas como Interviú, Hola, Diez Minutos y Semana. En semanarios como Hermano Lobo, Por favor y La Codorniz. Ahora escribo en La Razón. Hice televisión y radio.