En este texto, Begoña Román nos advierte que nada está conquistado para siempre y por ello, es necesario volver a grandes pensadores, como Kant, no solo porque hacen las preguntas eternas, sino porque ofrecen una respuesta que contribuye a mejorar la anterior y a progresar en el conocimiento liberándonos de errores y descubriendo nuevas vetas a explorar. Hoy en día, oímos reivindicar que necesitamos más Ilustración. De eso va la filosofía práctica kantiana, de reivindicar la racionalidad como orientación de nuestro quehacer, porque la racionalidad nos hace libres; y porque la libertad se debe conquistar siempre, a título personal, individual, pero también a nivel de los grupos, naciones, Estados y a nivel mundial.