Gracias por amarte (y otros poemas), se trata de la última obra de Antonio González, hecha de piel y honesta hasta la médula.
Se estructura en dos bloques temáticos: el primer bloque es poesía amatoria que contiene el poema que presta su título al libro. Con él trata de agradecer a la persona amada, fundamentalmente, por permitir amarla como lo hace, sin etiquetas, librecambista, despojados de promesas y propósitos. Es una explosión emocional, un crudo credo de amor como modo de vida, una apuesta arriesgada que mejora todo lo que arrasa en su vivir, mientras el amor consigue ceñirse a su fundamento ético, debido a su cariz transformador, y pese a sus encontronazos con el destino.
El segundo tema, y otros poemas, tiene alma de salvavidas y es la consecuencia de una etapa de crisis personal entendida como cambio, en la que el dolor de las pérdidas, la frustración mediando sus dudas y sus esperanzas y la idea procesal del ser hacia el no ser, son los cimientos sobre los que recuestan sus versos. La obra finaliza con dos poemas y un relato que sirven de despedida devota, no solo a la obra, puestos que se maneja como un epílogo a medias entre una contrición de culpas pasadas y la absolución que quisiera el autor alcanzar con estas loas a sus difuntos.