Una novela negra de corte clásico que, tras la apariencia de género, traza un ajustado y veraz retrato de la vida en el País Vasco, que en muy poco ha evolucionado a lo largo de los últimos treinta años. Calificada por algunos de ambigua y por otros de excesivamente apasionada, se trata en todo caso de una novela sobre un tema -el terrorismo vasco- que no permite cultivar la indiferencia.