Hay quien prefiere las ortigas (Tade Kuu Mushi, 1928), uno de los grandes clásicos de la narrativa contemporánea, es a la vez que el reflejo de un conflicto cultural, una especie de confesión autobiográfica, ya que la situación que describe el naufragio de un matrimonio entre dos personas que han dejado de interesarse físicamente, pero que se respetan y estiman demasiado para decidirse a romper y vivir cada una su vida parece ser trasunto de un episodio central de la historia del autor, quien en 1930 se divorció amistosamente, tras largas vacilaciones, de su primera esposa. Pero el distanciamiento entre Kaname y Misako, el marido y mujer protagonistas de la novela, no constituye todo el asunto de ésta, sino por así decirlo uno de sus polos; el otro es el contraste entre la mentalidad de la joven generación, fuertemente occidentalizada, y la que se encarna en el padre de Misako, el afectado caballero apegado a las costumbres tradicionales, al teatro de marionetas, a las viejas porcelanas y a la antigua manera de resolver, conviviendo con una joven y sumisa concubina, los problemas sexuales que pudieran perturbar su actitud contemplativa.
Ficha técnica
Editorial: Seix Barral
ISBN: 9788432227776
Idioma: Castellano
Número de páginas: 224
Tiempo de lectura:
5h 17m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 20/12/2004
Año de edición: 2004
Plaza de edición: Barcelona
Peso: 150.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Junichirô Tanizaki
(Tòquio, 1886 - 1965). És un dels autors més reconeguts de la literatura japonesa i el guia perfecte per apropar-se a l’estètica tradicional d’aquest país. Moltes de les seves obres van ser objecte de polèmica i censura, perquè hi feia referències explícites al sexe i a relacions cruels i destructives, amb un fort component sadomasoquista (com es pot apreciar en El gust de les ortigues, del 1929, o en altres novel·les que hem publicat en aquesta mateixa col·lecció, com El tallador de canyes, del 1932, o La clau, del 1956). Alhora, però, els seus relats són exquisits i delicats, i respiren sensualitat, la qual cosa els confereix una aroma pertorbadora.