En el momento en que publica su novela Historia de un amor turbio (1908), Horacio Quiroga (Salto, Uruguay, 1878-Buenos Aires, Argentina,1937) ha madurado personal y literariamente; ha experimentado el revés de la fortuna en empresas literarias cercanas al Modernismo como la Revista del Salto (1899-1900); ha colaborado con cuentos y notas ilustradas en revistas porteñas; ha conocido la región de Misiones y, por último, se ha enamorado de la joven Ana María Cirés.
En Historia de un amor turbio Quiroga camina hacia su «maduración», patente en sus cuentos. Se observan puntuales regresiones e incursiones a estilos pasados o venideros. Por esto, podemos encontrar en esta novela rasgos posrománticos, modernistas y realistas.
Vale la pena rescatar Historia de un amor turbio para la historia de la Literatura porque Quiroga plasma en ella su interpretación de Poe, marcada con la huella de Charles Baudelaire. Asimismo, el autor salteño trata de reflejar en ella su lectura de Dostoievski. Este afán de internacionalizar las letras de su país, creando personajes que los mueve en un entorno propio y cercano, sobradamente justifica la relectura de esta novela.
Ficha técnica
Editorial: Ediciones Alfar S.A.
ISBN: 9788478988150
Idioma: Castellano
Número de páginas: 198
Tiempo de lectura:
4h 39m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 04/04/2019
Año de edición: 2019
Plaza de edición: Sevilla
Colección:
Alfar Universidad
Alfar Universidad
Serie/Saga: Serie Estudios Literarios
Número: 228
Alto: 22.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Horacio Quiroga
Nació en Salto (Uruguay) el 31 de diciembre de 1879, y murió en Buenos Aires el 19 de febrero de 1937. Inició sus actividades de escritor con un libro de versos, Los arrecifes de coral. Es considerado como el maestro del cuento, por la atmósfera de alucinación, crimen, locura y estados delirantes que pueblan sus narraciones. En 1908 publicó su novela Historia de un amor turbio, y al año siguiente se instaló con su joven esposa en una finca precaria en sus tierras misioneras, desempeñando el cargo de Juez de paz y oficial del Registro Civil de San Ignacio.Un doctor le diagnosticó cáncer de estómago. Quiroga no dijo ni una palabra. Salió a dar una vuelta por la ciudad y esa misma medianoche se suicidó con cianuro.