La autora, una gran investigadora de las tradiciones espirituales orientales y sobre todo de los misterios del Tibet, nos introduce en esta obra en el conocimiento de las sabidurías milenarias del Taoísmo chino, del Hinduismo y del Budismo Tibetano, incluyendo las enseñanzas del Bardo Todol. Los hechos imponen al ser humano la constatación del carácter transitorio de todo lo que lo rodea, pero esta constatación, que le es penosa, no merma su deseo innato de inmortalidad. Se obstina en ella, creando mitos, doctrinas y prácticas que tienden a reconfortarle, a confirmarle en la fe de la inmortalidad que tanto desea. Alexandra David-Neel
Ficha técnica
Traductor: Alfonso Colodrón
Editorial: Ediciones la Llave
ISBN: 9788495496058
Idioma: Castellano
Número de páginas: 125
Tiempo de lectura:
2h 54m
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
Fecha de lanzamiento: 01/04/2001
Año de edición: 2001
Plaza de edición: Barcelona
Alto: 21.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Grueso: 1.0 cm
Peso: 120.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Alexandra David-Néel
Exploradora, budista, anarquista, feminista, cantante de ópera y, sobre todo, una de las grandes viajeras del siglo XX, Alexandra David-Néel (1868-1969) fue una aventurera iconoclasta, pionera e inconformista. Conocida desde 1924 por ser «la parisina que llegó a Lhasa», fue la primera mujer occidental en entrar en la capital sagrada del Tíbet y en viajar extensamente por el país, y también la primera en ser recibida por el Dalái Lama. Además, se la considera como una de las europeas que más profundamente ha conocido el budismo tibetano, gracias a sus viajes al Tíbet, donde residió durante catorce años consecutivos. En Asia, aprendió sánscrito, tibetano y filosofía hinduista, y viajó a Japón, Corea y otros muchos países. En Indochina adoptó a Yongden, un niño que llegaría a ser lama y que la acompañaría en sus peregrinaciones por el mundo a lo largo de cuatro décadas. En su madurez, David-Néel se instaló en los Alpes franceses, donde escribió la mayoría de sus numerosas obras, que le dieron celebridad universal e influyeron profundamente en escritores como Allen Ginsberg, Jack Kerouac o Allan Watts.