Desde 1934 hasta su muerte, Simone Weil acostumbró a apuntar en susáCahiersáideas y reflexiones que serían núcleo de sus numerosos ensayos "La gravedad y la gracia" es una antología de estos escritos: textos desnudos y carentes de ardides que traducen una experiencia interior de una autenticidad y exigencia poco comunes.Simone Weil es la mayor pensadora del amor y la desgracia de nuestro siglo. En su pensamiento, luz y gravedad son los dos imperios que rigen la realidad del hombre; pero, ya que toda desgracia del hombre no es sino el efecto del despliegue de una fuerza, aparecen inseparablemente enlazados dos conceptos capitales en la filosofía weiliana: desgracia y fuerza. A lo largo de su breve existencia, Simone Weil trató de desentrañar el grado y los modos de la participación de la gracia divina en el mundo, así como el punto de intersección de la misma con las leyes que lo dominan. Toda su vida anduvo buscando ese momento del encuentro entre la perfección divina y la desgracia de los hombres. La gracia, si bien no puede evitar los efectos de la "gravedad" y la fuerza, sí logra que esa subordinación a la aplastante necesidad. a la pura impotencia, no corrompa el alma.Además, para Weil el verdadero objeto de la ciencia debería ser el Bien, como lo fue en la ciencia antigu
Ficha técnica
Traductor: Carlos Ortega
Editorial: Editorial Trotta, S.A.
ISBN: 9788481642230
Idioma: Castellano
Número de páginas: 212
Tiempo de lectura:
5h
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 13/04/2011
Año de edición: 2011
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Estructuras y Procesos. Religión
Estructuras y Procesos. Religión
Alto: 23.0 cm
Ancho: 14.5 cm
Peso: 320.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Simone Weil
Descrita por Albert Camus como «el único gran espíritu de nuestro tiempo», la filósofa, activista y mística francesa Simone Weil (París, 1909), nació en el seno de una familia agnóstica de procedencia judía. Tras estudiar filosofía y literatura clásica, ejerció la docencia en diferentes liceos hasta finales de 1934, cuando abandonó por un tiempo la enseñanza para trabajar en la fábrica deRenault y como obrera agrícola en Marsella. Fue pacifista declarada y sindicalista revolucionaria. Formó parte de la Columna Durruti durante la Guerra Civil Española. A consecuencia de la ocupación alemana, abandona París junto a sus padres y se exilia en Reino Unido. Enferma de tuberculosis, murió en el sanatorio de Ashford, cerca de Londres, en 1943.