¿Es verdad que la Justicia está escasa de medios? ¿Hay en España tanta
litigiosidad como se afirma? ¿Están mal pagados los jueces? ¿Son
independientes? Con rotundo apoyo documental, esta obra destierra los
mitos con los que se encubren las verdaderas causas de la enfermedad de la
Justicia: mala organización de los recursos disponibles, normas
tercermundistas, injerencias políticas, jueces desmotivados y no todos bien
preparados ni sensibles a los valores constitucionales, que se mueven entre la
impunidad y la represalia arbitraria; órganos de gobierno politizados, fiscales
pretorianos, justicia de oficio abusiva, abogados mal formados, procuradores
en tensión, colegios profesionales de dudosa utilidad Una situación tan
deteriorada que, según el autor, permite cuestionar incluso que sigamos
estando en un Estado de Derecho propiamente dicho.