LA LEONA ERA PERRO

Un pulpo que adivina partidos de fútbol, un perro forajido, otro perro recibido en audiencia por un Rey, un ave fantástica que sobrevuela Barcelona… Entramos en el mundo de los animales-personaje, un divertido juego puesto en práctica en las últimas décadas, precisamente cuando se impone alrededor del mundo un modo de vida urbano donde los animales que siempre habían estado a nuestro lado desaparecen. Los medios de comunicación nos obsequian cada vez con más frecuencia con historias en las que aparecen animales singulares, dotados de extraordinarios poderes o sencillamente capaces de sentir como si de seres humanos se tratase. Quedamos atrapados por ellas, fascinados. Parece no importarnos en absoluto lo que la ciencia ha venido diciendo del mundo animal durante dos siglos: las extravagancias que contienen estos relatos son más interesantes. Algo hemos perdido en nuestro tiempo, como seres humanos, en nuestra relación con el entorno natural. Especialmente, respecto a los animales. La magnitud de esa pérdida es al parecer grande y no podemos más que contentarnos con vivir en la imaginación el encuentro anhelado, lleno de emoción, con lo animal.