Este libro se propone tratar ese tremendo conflicto armado entre la Cristiandad y el islamismo, que tomó la forma de la Primera o Gran Cruzada. Gibbon, en una expresión concisa, como todas sus fraudulentas sentencias, y mucho más exacta que la mayoría de éstas, denominó a este importante episodio de nuestra historia "La disputa mundial". Ese momento de la Historia no debe ser olvidado por ningún hombre moderno que haya incurrido en el error de creer que Asia ha caído por fin bajo el dominio de Europa, y que el islamismo está ahora esclavizado, al menos bajo nuestro poderío político y económico, ya que no por nuestra filosofía. No es así. El islamismo subsiste en lo esencial, y no habría sobrevivido si la Cruzada hubiera conservado en su poder ese punto esencial que es Damasco. El islamismo subsiste. Su religión está intacta, y, por lo tanto, su fuerza material puede volver a manifestarse. Nuestra religión, al contrario, está en peligro de ser disuelta.
Ficha técnica
Editorial: Homo Legens
ISBN: 9788493459567
Idioma: Castellano
Número de páginas: 272
Tiempo de lectura:
6h 27m
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 16/05/2006
Año de edición: 2006
Plaza de edición: Madrid
Especificaciones del producto
Escrito por Hilaire Belloc
(1870, La Celle-Saint-Cloud, Francia-1953) Se estableció con su familia en las Islas Británicas el mismo año de su nacimiento. Estudió en el colegio oratoriano de Edgbaston y, posteriormente, en 1892, se matriculó en la Universidad de Oxford. En 1896 contrajo matrimonio con el gran amor de su vida, la californiana Elodie Hogan. Belloc, que también tuvo una carrera política, desarrolló una extensa obra literaria y también se hizo célebre por sus biografías históricas. El éxito de sus escritos le llevó, junto a los hermanos Chesterton, a fundar un periódico, The Eye Witness, del que el primer director fue el propio Belloc. Mientras, prosiguió con sus obras históricas. En sus obras destaca la religión como un pilar básico de vida social. Escribió más de 150 libros y su amistad contribuyó a la progresiva conversión al catolicismo de personajes de renombre, como los hermanos Chesterton.