Lisboa es un destino ideal para pasar un estupendo fin de semana ¡y sin gastar demasiado! A su
cercanía geográfica (desde Madrid, en avión se tarda poco más de una hora) se une su cercanía
«personal», que hace que los lisboetas reciban al viajero con su mejor sonrisa esperando apenas
algunas palabras en portugués para entablar conversación. Y eso, para un hispanohablante, no
resulta tan complicado: con la ayuda del vocabulario que encontraréis en nuestra guía Trotamundos
Experience, lo conseguiréis (solo una advertencia práctica: «ão» se pronuncia «o»). Si os animáis a
viajar a la capital portuguesa en coche, el recibimiento merecerá la pena; al cruzar el puente 25 de
Abril, el panorama que se despliega es fabuloso: a sus pies, el estuario del río Tajo, impresionante,
y al frente, las siete colinas que componen el centro histórico de Lisboa, de una incomparable
belleza... Pero una vez allí, aparcad vuestro vehículo y "olvidadlo", porque ¡os resultará dificilísimo
moveros con él! Por ello, en nuestra guía encontraréis un apartado donde se detallan los medios de
transporte que podéis utilizar, desde el metro, al tradicional tranvía (¡no dejéis de montar en el mítico
28!), sin olvidar los curiosos funiculares y elevadores, esos que parecen juguetes de principios del
siglo XX. Aunque como mejor se conoce esta ciudad es a pie.