Esta obra forma parte de un proyecto de varios volúmenes en que se traza la historia de las hermandades y cofradías de penitencia de Sevilla en época moderna partir de un análisis exhaustivo de fuentes documentales procedentes mayoritariamente de sus archivos. De momento, se han publicado ya, por ahora en dos volúmenes, los resultados correspondientes al periodo comprendido entre 1777 y 1820. El segundo volumen, "Las cofradías en guerra (1808-1820)", analiza las consecuencias económicas y sociales que produjo la guerra de la Independencia hasta llegar al estallido militar y político que supuso el alzamiento de Rafael de Riego en 1820. Se trata, pues, de un amplio trazado de las relaciones entre las élites políticas y económicas, los comerciantes y las clases trabajadoras que constituyeron las hermandades en consonancia con el devenir histórico de la ciudad.Mediante un ingente aparato documental, especialmente de los propios archivos de las hermandades, Los orígenes modernos de la Semana Santa de Sevilla estudia la historia de las cofradías sevillanas en su periodo más contemporáneo de gestación, aquel donde se construye el modelo que contemplamos hoy. Aquí vemos a sus protagonistas; también su relación con las quiebras del clima social, los desastres naturales y políticos, las dificultades económicas o los problemas de orden público que se padecieron; así como con las nuevas diversiones y modas de cada periodo. En esta serie de libros, ya considerados fundamentales, Rocío Plaza demuestra que comprender la Semana Santa de Sevilla es comprender la historia de la ciudad.Durante el periodo histórico estudiado en este volumen, el que comprende la Guerra de la Independiencia, el régimen liberal y el reinado de Fernando VII, el mundo de las cofradías sevillanas sufrió una auténtica y soterrada convulsión que haría que ya nada fuera igual. Si la Semana Santa había demostrado su pertinaz instinto de supervivencia ante la presión del reformismo borbónico, el vendaval de la guerra dejó a su paso un panorama de devastación, intrigas, parálisis, expolio, auténticos crímenes y, en definitiva, una sensación de tabla rasa en la ciudad. El régimen liberal no mejoró las cosas y con la llegada del ocioso reinado de Fernando VII las cofradías recobrarían solo cierta normalidad muy precaria. Igualmente, durante todo este tiempo se constata una misma realidad paralela a la oficial y el incumplimiento sistemático y bien disfrazado de los distintos ordenamientos políticos, mediante claros ejemplos de resistencia cotidiana a las dinámicas del poder. Así, a pesar de una situación parpadeante y sinuosa, siguieron dándose pasos importantes para la tozuda vida de las cofradías. Todo ello desembocará años más tarde en los luminosos tiempos románticos. Mediante un ingente aparato documental, especialmente de los propios.