La vida absoluta de la que todo se ha originado, lo que se siente, se ve y se percibe y hacia donde todo vuelve a su tiempo, es una vida sin sonidos, sin movimientos y eterna, que es llamada “Zat” por los sufíes. Cada movimiento que sale de esta vida sin sonidos es una vibración y un creador de vibraciones.
En todas las cosas se encuentra el sonido oculto, porque se han originado por vibraciones o están formadas por ellas, como el fuego en un pedernal, y cada átomo del universo confiesa a través de su tono: "Mi único origen es sonido”.