Esta edición de la obra de Gabriel y Galán incorpora casi cien composiciones inéditas o no publicadas en las anteriores, y también, en su integridad, los espléndidos prólogos que F. Fernández Villegas (Zeda), E. Pardo Bazán y Juan Maragall escribieron para algunos de los libros del poeta. Se ha llevado a cabo, por otra parte, una revisión cuidadosa de todos los textos, a partir de los primigenios y de originales del archivo familiar. se trata, en fin de una edición comentada y anotada. Publicamos estas Obras Completas del vate salmantino, como homenaje a su memoria en este año en que se conmemora el primer centenario de su muerte.
Ficha técnica
Editorial: Editora Regional de Extremadura
ISBN: 9788476718155
Idioma: Castellano
Número de páginas: 1312
Encuadernación: Tapa dura
Fecha de lanzamiento: 04/07/2005
Año de edición: 2005
Plaza de edición: Merida
Alto: 23.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por JOSE MARIA GABRIEL Y GALAN
«Nací –dice– de padres labradores, en Frades de la Sierra, pueblecillo de la provincia de Salamanca. Cursé en ésta y en Madrid la carrera de maestro de primera enseñanza. A los diecisiete años de edad obtuve por oposición la escuela de Guijuelo (Salamanca) donde viví cuatro años, y después, por oposición también, la de Piedrahíta (Ávila) que regenté otros cuatro años. Contraje matrimonio con una joven extremeña; dimití el cargo que desempeñaba, porque mis aficiones todas estaban en el campo, y en él vivo consagrado al cultivo de unas tierras y al cuidado y al cariño de mi gente, mi mujer y mis tres niños. Tengo treinta y cuatro años, y a escribir coplas dedico el poco tiempo que puedo robar a mis tareas del campo. Comencé a escribir poesías para Juegos Florales, y me dieron la flor natural en los de Salamanca, Zaragoza y Béjar, y otros premios en Zaragoza, Murcia y Lugo. Y nada más, si es que todo ello es algo. Mis paisanos, los salamanquinos, y lo mismo los extremeños, me quieren mucho, me miman. Yo también les quiero con toda mi alma, y con ella les hago coplas, que saben, mejor que yo, de memoria, porque las recitan en todas partes, y hasta las oigo cantar diariamente a los gañanes en la arada».