En el caso de la institución soriana se trata de poder municipal, según explicó Teófanes Egido, catedrático emérito de Historia Moderna, ya que el devenir de la ciudad estuvo vinculado a sus Linajes, que no solo repartían los oficios urbanos, sino que intervenían en la selección de regidores y procuradores en Cortes. Además, sus miembros se ocupaban del monte comunal, de las ceremonias públicas y las fiestas e, incluso, ejercían una labor asistencial a través de la obra de los expósitos, según relata el libro, que muestra su organización, privilegios y proceso evolutivo.