Los artículos y crónicas parisinas reunidos en este libro suponen una novedad dentro de la producción periodística de Julio Camba, ya que hasta ahora habían permanecido arrumbados y desperdigados en las hemerotecas. Rescatarlos no solo significa ampliar considerablemente la obra cambiana, sino también ofrecerle a la feliz cofradía de lectores del autor pontevedrés la posibilidad de descubrir una vez más la gracia, la ironía y las dotes de buen observador de la realidad circundante con que solía construir lo que algunos han venido a llamar su «media columna». Sus crónicas casi rozan la aséptica prosa funcionarial, donde el análisis se subordina a la síntesis, por aquello de que, como buen periodista, se centra en lo que hay que contar sobre los hechos y no en divagar. Información y comentario desapasionados son las notas más características de casi todas estas crónicas que Camba escribió entre 1909 y 1910 para el diario El Mundo. Crónicas que, aparte de informar, también están llenas de agudeza e ingenio. O sea, Camba en estado puro.
Ficha técnica
Prologuista: Ricardo Alamo
Editorial: Editorial Renacimiento
ISBN: 9788410148451
Idioma: Castellano
Número de páginas: 232
Tiempo de lectura:
5h 29m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 13/05/2024
Año de edición: 2024
Plaza de edición: Es
Colección:
Los viajeros
Los viajeros
Número: 56
Alto: 21.0 cm
Ancho: 15.0 cm
Peso: 360.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Julio Camba
Julio Camba (Vilanova de Arousa, 1884-Madrid, 1962), es sin discusión uno de los cronistas más populares que ha habido en nuestro país, exponente de un estilo conciso cargado de agudas e irónicas observaciones. Tras unos inicios periodísticos en diversas publicaciones ácratas como El Rebelde, de la que fue su fundador y director, su paso en 1907 por el diario republicano España Nueva, encargado de efectuar la crónica parlamentaria, y su ingreso a continuación en El Mundo al frente de la sección «Palabras de un mundano» y después como corresponsal en París, lo catapultarían a la fama y le abrirían las puertas de las principales cabeceras de la época, colaborando en ABC y El Sol. De sus estancias en el extranjero surgirían algunos de sus más afamados libros, como La rana viajera (1920) o La ciudad automática (1932). Premio «Mariano de Cavia» en 1951, Camba publicó también otros volúmenes al margen de su actividad periodística: La casa de Lúculo (1929) y Haciendo de República (1934).