Esta obra es una introducción fenomenológica a la filosofía en América Latina. Para su desarrollo el autor parte de una tesis: la filosofía es, por antonomasia, occidental; no obstante, ella se atempera en cada circunstancia histórica y cultural donde es puesta en marcha. La discusión central en este libro es qué hemos de hacer, como filósofos, para aportar en el proceso en que se construye la identidad histórica, cultu-ral, social y cognitiva de nuestro proyecto.