En este libro la autora establece un diálogo con el lector, una conversación íntima e informal que servirá para compartir secretos, dudas, e inquietudes y, sobre todo, para que reflexionemos sobre nuestros propios actos. El mensaje que desea comunicar es el de que la felicidad es posible, que el amor es posible, pero sólo si se dejan a un lado la traición y el desencuentro y si somos conscientes de que tenemos una responsabilidad directa y muy cierta sobre nuestros errores y nuestros aciertos.