A PARTIR DE 12 AÑOS. En los años 70, el autor, con apenas doce o catorce años, tuvo que leer "Platero y yo", la obra maetra de Juan Ramón Jiménez, porque así lo habia decidido el profesor. Lo curioso es que el entusiasmo que le produjo su lectura fue tal que, después, Santiago lo releyó una y otra vez hasta que comenzó sus estudios en la Universidad. La huella dejada por el poeta resutó ser enorme y, desde entonces, ama la poesía y la prosa cuando éstas tienen el poder de abrir los poros del espíritu.... El autor ha querido rendir un homenaje al gran poeta y, al hacerlo, invertir los papeles a fin de que el narrador sea Platero. La editorial considera que la lectura de este volumen puede ser de especial interés para despertar el interés de la lectura en los jóvenes.