Walter Greatshell es autor de la trilogía Xombis, cuyo primer libro, Agente X, se publicó en 2004. Desde entonces combina la escritura de su trilogía con novelas independientes y relatos cortos. En 2010 presentó Prisioneros, la segunda obra de esta serie.
Toda la Costa Este de Estados Unidos ha sido devastada por la plaga, que ha borrado todo indicio de esperanza, fe o pensamiento racional. Alejado de la asolada costa, un submarino nuclear reacondicionado, una tumba de acero de doscientos metros de eslora, surca las oscuras aguas con una tripulación de supervivientes a bordo, entre ellos Sal DeLuca, que perdió a su padre durante su huida del agente X. Cuando conduce a un equipo a tierra con el objetivo de encontrar comida y suministros, se encuentra con una brigada de mercenarios aparentemente cordiales. Lo que Sal no sabe es que está a punto de verse atrapado entre nuevos horrores en la superficie y un motín bajo el agua.
«Greatshell fue una de las mayores inspiraciones para mi libro Monster Island. Aprendí muchas cosas que ahora estoy tratando de poner en práctica en mi propia forma de escribir.» David Wellington, autor de Monster Island
«Totalmente impredecible... una de las voces más refrescantes y únicas de la ficción de terror moderna.» Nate Kenyon, autor de The Bone Factory «El libro es un cruce entre Guerra mundial Z, Diario de una invasión zombi y el fin del mundo de La Tierra permanece, uno de los mejores de todos los tiempos. Veo todos los ingredientes para una película de terror taquillera.» USA Today
Ficha técnica
Traductor: María Sánchez Salvador
Editorial: La Factoria de Ideas
ISBN: 9788498007527
Idioma: Castellano
Número de páginas: 320
Tiempo de lectura:
7h 36m
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Fecha de lanzamiento: 27/04/2012
Año de edición: 2012
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Eclipse
Eclipse
Número: 64
Grueso: 15.0 cm
Especificaciones del producto
Escrito por Walter Greatshell
Walter Greatshell nació en California, EE. UU., en 1962. Vivió en cinco países diferentes hasta que se instaló en Estados Unidos definitivamente. Ha realizado los trabajos más variopintos: desde pintor de casas hasta periodista y crítico en un periódico local, pasando por técnico de submarinos nucleares. A los dieciséis años vendió su primer relato, y desde entonces no ha parado de escribir. En los periodos en los que no escribe novelas de terror o de ciencia ficción, tiene algún escarceo con la ilustración freelance, sobre todo de libros infantiles, cómics o novela gráfica, y con la actuación teatral, que lo ha llevado a participar en algunas obras locales.