PSJM. A critical decade 2003-2013
"PSJM se mueven en un habitáculo donde confluyen arte, diseño, publicidad y marketing y donde, ante todo y sobre todo, desarrollan una profunda reflexión sobre la cultura de masas, los mecanismos de seducción del mercado y el papel del consumismo y del consumidor en el actual capitalismo de la sociedad globalizada. A partir de aquí plantean un análisis irónico-crítico de las grandes corporaciones mediante la utilización de sus mismas estrategias. Puede decirse que funcionan como colectivo artístico y como marca comercial, y es esta dualidad unida a un elaborado corpus teórico la que otorga una indiscutible coherencia a todos sus trabajos, siempre construidos a partir de un lenguaje muy característico que de nuevo refuerza esa identidad como colectivo y como marca."
Blanca de la Torre
PSJM: A Critical Decade 2003-2013 se agrupa en torno a tres grandes temáticas. Por un lado, se presentan conjuntamente algunas de las obras que tienen que ver con el procedimiento de trabajo como empresa, estrategia laboral que pone en entredicho las estructuras del mundo del arte. Será por tanto la práctica de la crítica institucional y, directamente relacionada con ésta, la teoría institucional del arte elaborada por filósofos como Dickie y sociólogos como Becker o Bourdieu, la que vertebrará teóricamente esta sección. Performances corporativos, objetos producidos industrialmente, displays, merchandising, encuestas, gráficos animados y productos auráticos de consumo conforman la materialización de estas estrategias críticas expresadas por medio de la plástica; una línea que PSJM ha dado en llamar "marketing experimental". Este conjunto de obras vendrían a construir la marca PSJM de una forma explícita, si bien la edificación de la marca se actualiza con cada obra realizada, con cada texto escrito, con cada acción pública. Quizá el manejo del mundo simbólico-político de las marcas haya sido uno de los sellos distintivos del dúo, bajo el lema nunca escrito de "PSJM: creación y destrucción de marcas". Así pues, se ha querido agrupar la crítica directa a las marcas en otro compendio de obras en las que se destaca la falta de ética o se da cuenta del poder desmedido que bajo los imperativos de la hegemonía neoliberal ejercen las corporaciones sobre la ciudadanía, convirtiendo al ciudadano en mero consumidor de productos-imagen, de opciones políticas sin fondo, de experiencias igualmente vacuas. Una visión distópica que se contrarresta con el deseo utópico que ejemplifica el proyecto La Isla de Hidrógeno. Por último, un grupo de obras pertenecientes a la línea "geometría social" cierra la década. En ellas se utilizan datos estadísticos como fuente que determinará las composiciones pictóricas, murales, escultóricas, industriales o videográficas. Una línea de trabajo que guiará sin duda sus próximas ejecuciones, más interesadas por la relación existente entre formas puras, conocimiento y comportamiento.