El tono revolucionario y la conciencia de reforma caracterizan al pensamiento filosófico de Eduardo Nicol. Su obra escrita es testimonio extraordinario de claridad y originalidad en la manera de reflexionar sobre los grandes temas y problemas clásicos de Occidente; al unísono, su mirada se despliega, objetiva y sistemáticamente, sobre el tiempo contemporáneo con sus dilemas emergentes y el indeciso porvenir del ser humano. Símbolo y Verdad expone en cuatro artículos la evidencia indiscutible de una vocación revolucionaria y reformadora, que logró vivificar los compromisos y las responsabilidades del filósofo con su tradición y su actualidad.