La psicología constituyó un tema de interés permanente y principal para el filósofo cordobés Averroes. A lo largo de más de treinta años, y de manera inusual en él, llegó a comentar hasta tres veces (en forma de compendio, de paráfrasis y de comentario literal) el breve tratado aristotélico «Sobre el alma», que constituye una introducción general a las obras biológicas del Estagirita. Aristóteles teoriza sobre el alma con mirada de naturalista. Averroes, por su parte, continúa y profundiza el naturalismo aristotélico.La cuestión principal a la que intenta responder Averroes en su triple lectura del innovador texto aristotélico es ésta: ¿cómo funciona la mente humana? De ahí que el eje de su psicología sea la noética y que el término «intelecto» represente el objeto central de su reflexión. Las teorías de Averroes aquí expuestas significaron una verdadera revolución en el pensamiento medieval, provocaron las más vivas polémicas en el ámbito filosófico-teológico y abrieron el camino a la autonomía científica de la psicología.La presente edición ofrece los principales fragmentos de los tres comentarios averroístas dedicados al estudio de la facultad racional. Es la primera vez que se reúnen en un solo libro tales textos.
Ficha técnica
Editorial: Editorial Trotta, S.A.
ISBN: 9788481647075
Idioma: Castellano
Número de páginas: 176
Tiempo de lectura:
4h 7m
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 15/09/2004
Año de edición: 2004
Plaza de edición: Madrid
Colección:
Al-Andalus. Textos y Estudios
Al-Andalus. Textos y Estudios
Alto: 23.0 cm
Ancho: 14.5 cm
Peso: 270.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por Averroes
Abu-I-Walid Ibn Rusd, el Averroes de los latinos, procedía de la familia cordobesa de los Banu Rusd, famosa durante seis o más generaciones. Nación en Córdoba en el año 1126, y murió en Marrakus el 10 de diciembre de 1198. Fue cadí mayor de Sevilla y Córdoba y médico de cámara de la corte almohade. Es el mayor pensador del islam y el más universal de los nacidos en la Península Ibérica. Sus lecturas de la obra de Aristóteles le convirtieron en el comentador por antonomasia. Su pensamiento revolucionaría la teología, la filosofía y la ciencia política del Medievo, al distinguir los territorios de unas y otras. Incluso su obra naturalista y médica está llena de curiosas observaciones empíricas, que alcanzan hasta los datos sobre la cocina de su tiempo. Tan gran universalidad no le impidió considerar a Córdoba como la tierra más hermosa y a los andalusíes como los hombres más inteligentes