Según ha escrito Brian W. Aldiss. "El secreto para sobrevivir en el mundo de Philip K. Dick no es intentar escapar a cualquier versión negativa de la realidad, sino solucionar los problemas de la mejor manera posible. El crítico, al tratar de descubrir el valor esencial de Dick piensa enseguida en los nombres de Dickens y Kafka, antiguos maestros de la comedia de horror. Marte está descrito con trazos vivos y precisos: no es el Marte de Edgar Rice Burroughs (escenario de aventuras) ni el de Ray Bradbury (reflejo de Estados Unidos), es una metáfora sobrecogedora de la pobreza espiritual".