No logro vincularme a lo nuevo y
prosaicopues vi la luz primera en una ciudad vieja;
recuerdo a mi ventana la hilera de tejadosque descendían a un puerto soñador, pintoresco,
los portales tallados con el sol del ocasobañando claraboyas y vitrales de puertas,
las torres georgianas con doradas veletas.Oh visiones que ahormasteis los infantiles
sueños,fuisteis fermento cauto de esplendores que aún restan
y escapan la lazada de otros vanos espectrossonámbulos, adultos, sin fe, que con incierto
paso rondan los muros del cielo y de la tierra:Cortad ya las cadenas del instante y yo sea
libre y pueda medirme a solas con lo eterno.«Antecedentes» H. P. Lovecraft
H. p. lovecraft no es sólo autor de uno de los más exitosos ciclos de literatura fantástica de todos los tiempos. El universal creador de Cthulhu y Shub-Niggurath fue además un comprometido poeta. Únicamente cuando frisa la treintena y viene de conocer a Lord Dunsany, el narrador comienza a imponerse. Sin embargo, en 1929, cuando ya han visto la luz La llamada de Cthulhu o El color venido del espacio, el divorcio y la recuperada soledad en Providence traerán de la mano a la poesía. Hongos de Yuggoth es un compendio en verso de sus ideas artísticas, así como una declaración de amor a la imaginación. Ateo empedernido y profeta de la insignificancia humana, si Lov...
Ficha técnica
Traductor: Juan Andrés García Román
Prologuista: Juan Andrés García Román
Editorial: Pre-textos
ISBN: 9788417830823
Idioma: Castellano
Número de páginas: 118
Encuadernación: Tapa blanda
Fecha de lanzamiento: 15/01/2020
Año de edición: 2019
Plaza de edición: España
Número: 1599
Alto: 22.0 cm
Ancho: 14.0 cm
Peso: 192.0 gr
Especificaciones del producto
Escrito por H.P. Lovecraft
Nació en 1890 en Providence, Rhode Island. Hijo único, su padre murió cuando tenía ocho años, por lo que su educación recayó principalmente en su madre y su abuelo materno. Debido a su delicada salud, fue poco a la escuela y se convirtió en un joven solitario dedicado a la lectura, a la astronomía y a escribir. Trabajó ocasionalmente escribiendo cuentos para periódicos y revistas, y se relacionó, principalmente por carta, con un grupo amplio de escritores de la época. Se casó en 1924, pero su matrimonio duró apenas dos años. Su situación económica fue cada vez más precaria. Murió en 1937 sin que su obra tuviera gran repercusión. Sus relatos y novelas adquirieron la relevancia que tienen hoy en día años después de su muerte. Se le considera un gran impulsor del cuento de terror.