Una fina capa social pretende invitar a la reflexión sobre lo frágil que resulta la sociedad como consecuencia de su estructura compleja, su elevada interconectividad y la tendencia a la concentración, tanto de recursos como de individuos, todo ello catalizado por el azar, la incertidumbre y la certeza futura de enfrentarse a eventos imprevistos y situaciones desconocidas para las que no existen modelos previos ni experiencia alguna.