El protagonista se instaura un estado de
ánimo luctuoso, que le provoca un vacío
interior y le induce a una dolorosa pérdida
de interés por la vida y el mundo. Una
melancolía que hace que no pueda escapar
de sus más íntimas desazones, o muchas
veces, de su cansancio y dolor de sentirse
vivo, o en suma, de su impresión de
disgusto vital"