ESPASA LIBROS, S.L.U. - 9788467078718
Edición de Luis Gómez Canseco.
Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel fue publicada por primera vez en 1743. Esta autobiografía novelada y novelesca se convirtió en un éxito inmediato.
La historia comienza con un protagonista que parece ir para pícaro, pero que termina prefiriendo la vida acomodada de un rentista. De una página a otra lo vemos ejercer de estudiante, de truhan, ermitaño, bailarín, médico, torero, soldado, bordador, adivino, profesor, astrólogo, hombre de Iglesia, polemista, peregrino, exiliado, delincuente, rastreador de duendes, charlatán, paseante refinado por la corte, actor, sabio o loco.
A pesar de la buena fortuna de la Vida entre los editores modernos, la edición de Luis Gómez Canseco para la BCRAE puede considerarse la primera plenamente atenta a todos los pormenores del texto, y nos devuelve una imagen del autor muy distinta a la del escritor negligente que él mismo quiso atribuirse. La anotación y el estudio completan una rigurosa aproximación a esta obra capital del pleno Setecientos.
Especificaciones del producto
Escrito por DIEGO DE TORRES VILLARROEL
Diego de Torres Villarroel (1694-1770), hijo de un librero de Salamanca, destacó desde muy joven por su facilidad para los estudios. A su genio natural se le unía una curiosidad sin fin que lo llevaba a leer todos los libros que encontraba en la tienda de su progenitor, desde clásicos latinos hasta tratados de matemática y astrología. El descubrimiento de esta última acrecentaría lo que ha llegado a ser una leyenda alrededor de su figura: una supuesta facultad adivinatoria que lo llevaría a pronosticar, por ejemplo, la Revolución francesa años antes de su desencadenamiento. Tal y como explica en su Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras (1743, aunque hubo diversas ampliaciones posteriores), sin duda su obra capital, viajó por Portugal, desempeñando diferentes oficios para luego, al volver a Salamanca, dedicarse a la vida intelectual hasta el punto de obtener una cátedra en la universidad de la ciudad, que ocupó durante veinticuatro años, y ordenarse presbítero durante una crisis moral y filosófica.