Esta es la historia del chusquero que llegó a duque y del príncipe que llegó a rey. Los dos tuvieron una infancia y una juventud movidas e inciertas. De orígenes muy distintos, tanto don Juan Carlos como Adolfo Suarez vivieron en tension interior y tuvieron que valerse por si mismos. Alejados de sus padres, uno hijo de rey y otro republicano, se agarraron a lo que pudieron, adaptandose sin rechistar a la penosa situacion, que ellos soñaron con cambiar desde que se percataron y se conocieron. Tuvimos suerte. Durante mucho tiempo fueron dos españoles de a pie que escucharon el rumor de la calle. Ninguno de los dos procedia de universidades de renombre. Listos como el hambre, de inteligencia natural, mas observadores que lectores, ninguno de los dos es hombre de libros?, mas conversadores de mesa de bar que de sillon de Academia, dos rapaces de Goya o quijotillos de armas tomar que la historia dispuso que se ocuparan juntos de su patria en un momento decisivo.Andando el tiempo, el chico del Movimiento se hizo monarquico y el Rey se hizo un poco republicano; y asi las dos Españas pudieron reconciliarse sin problemas. Al principio fue duro. No habia precedentes. Tuvieron que valerse por si mismos en la soledad de la Transicion, improvisando la ruta, apechando con lo que se ponia por delante, con cafes, tabaco y aspirinas hasta el amanecer. Estaban acostumbrados. Los dos habian tenido un duro aprendizaje.Este libro aspira a ser la cronica sentimental de la Transicion y de lo que le siguio. Trata, pues, de sentimientos tan importantes, tan evanescentes, tan inaprensibles, y de lealtades. Se ocupa, con mejor o peor tino, de las relaciones personales entre estos dos personajes fundamentales. De encuentros, desencuentros y reencuentros. Esa circunstancia es clave para comprender lo que nos ha pasado. Al trasluz de los sentimientos, el lector podra descubrir la tramoya politica. No siempre coincidieron las dos cosas. Ellos se entendieron de maravilla hasta que convino a la Corona dejar el corazon a un lado y volverse cada uno a la puerta de su casa.El reencuentro ocurre cuando el primer presidente constitucional, herido por el rayo de las desgracias, pierde la pasion politica y, poco despues, la memoria. Ya no tiene futuro y ha perdido el pasado. El dia que el Rey acude a su casa y le pone la mano sobre el hombro se alegra, pero no le conoce. Asi se escribe la historia. Este libro rinde homenaje a los dos.
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