El jardinero es un precipicio narrativo, un trocito de la cola del diablo, una colina literaria que narra el enfrentamiento entre un jardinero recién llegado a un condado y el noble que ha de doblegarlo con mano férrea. No se trata únicamente de un combate entre amo y esclavo, entre un alma refinada y un ser repugnante viscoso, sino el del propio hombre consigo mismo. Alejandro Hermosilla se dedica a recuperar con lentitud los hilos con los que se compone el lienzo del egoísmo contemporáneo y elabora un fresco erótico y violentísimo de esa incertidumbre moderna que iguala a víctimas y culpables y transforma los más elementales actos de la vida cotidiana en perversiones. Para lectores adultos.
Dos arquitectos (padre e hijo) se adentran en los oscuros bosques a las afueras de su ciudad para supervisar las reformas y obras que dirigen en las mansiones y palacios de un paisajista, un duque, un pianista y un escritor. Con estos mimbres aparentemente sencillos, Alejandro Hermosilla entreteje una novela parecida a un fresco expresionista que refleja tanto la esquizofrenia del mundo contemporaneo, como las dos grandes pandemias soledad y egoismo que se extienden actualmente por los parajes occidentales. A su vez, realiza un furibundo analisis sobre el estado del arte, la poesia y la cultura, tras el que se perciben ecos de la obra de Nikolai Gogol, Franz Kafka o Thomas Bernhard.