Ana Andreu Baquero nació y creció en Albacete. Es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Murcia y en Traducción e Interpretación por la Universidad Autónoma de Barcelona. Además del castellano, su lengua materna, habla inglés, italiano, alemán y catalán. Durante años se ha dedicado a la enseñanza y a la traducción editorial. Como escritora, en 2010 publicó el libro de anécdotas y curiosidades literarias Lo que Robinson Crusoe le contó a Lolita. Su debut en la novela histórica llegó con La princesa de Buchenwald. Actualmente reside en Barcelona, aunque a lo largo de su vida ha pasado largas temporadas en Gran Bretaña, Alemania e Italia.
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Los escritores son, por lo general, gentes dotadas de un gran ingenio. Su anecdotario personal y su biografía quedan muchas veces solapadas por la grandeza de su obra. Pero sus escritos no pueden muchas veces entenderse sin conocer la trayectoria vital del personaje. De ahi que este libro reuna las anecdotas mas celebres, los comentarios mas jocosos y las curiosidades menos sabidas de algunos de los mejores escritores de todos los tiempos.
Los escritores son, por lo general, gentes dotadas de un gran ingenio. Su anecdotario personal y su biografía quedan muchas veces solapadas por la grandeza de su obra. Pero sus escritos no pueden muchas veces entenderse sin conocer la trayectoria vital del personaje. De ahi que este libro reuna las anecdotas mas celebres, los comentarios mas jocosos y las curiosidades menos sabidas de algunos de los mejores escritores de todos los tiempos.
Una princesa italiana que pasó de vivir en los más fastuosos palacios a acabar en un campo de concentración nazi a la que la historia casi borró de sus anales: Mafalda de Saboya.Weimar, 1945. Poco despues de la liberacion del campo de concentracion de Buchenwald, siete hombres pertenecientes a la Regia Marina Italiana se adentran en el cementerio de la ciudad y se dirigen hacia una sordida explanada cubierta de estacas numeradas. Una vez alli se situan delante de la que tanto trabajo y suerte, a partes iguales, les ha costado encontrar: la numero 262, donde, segun el registro, reposan los restos de una unbekannte Frau (mujer desconocida). Al arrancarla, observan el nombre de pila que ha estado oculto hasta entonces y que les confirma el gran valor de su mision. Por fin, la sustituyen por una lapida y una cruz de madera de haya conseguida a base de trueques en esos primeros dias de paz. La tumba, ahora si, esta completa y aquel numero siniestro se habia convertido en un nombre de alta alcurnia tallado con esmero: Mafalda de Saboya.