Manuel Cruz ha desempeñado un papel muy activo en el debate filosófico español durante las últimas décadas. Catedrático de filosofía contemporánea de la Universidad de Barcelona y profesor visitante en diversas universidades europeas y americanas, forma parte del consejo de redaccion de numerosas revistas de su especialidad, tanto nacionales como extranjeras. Es, ademas, autor de una amplia produccion ensayistica, director de varias colecciones editoriales y colaborador habitual en medios de comunicacion españoles y argentinos.Los textos que componen el presente volumen de homenaje a este filosofo se han organizado en distintos bloques en torno a lo que han sido y son los ambitos generales de reflexion en su prolifica actividad intelectual: el significado de la filosofia y el papel del filosofo ("En que repara el filosofo"), la cuestion del tiempo y de la memoria ("La comprension del pasado"), la politica y la responsabilidad ("La dificultad de vivir juntos") y, finalmente, la accion y el sujeto ("Tiempo de subjetividad").Coordinado por Fina Birules, Antonio Gomez Ramos y Concha Roldan, y con un prologo a cargo de Emilio Lledo, el libro cuenta con la colaboracion de destacados pensadores españoles y extranjeros y se cierra con una entrevista en la que Manuel Cruz pasa revista a momentos destacados de su trayectoria intelectual y dialoga acerca de alguno de los temas que ha sido objeto de una mayor atencion a lo largo de su obra.
Análisis de las principales corrientes de la Filosofía acerca del problema de la Historia y su interpretación, desde su origen en Herder y Kant hasta hoy.
La traducción pertenece, sin duda, al arte de comprender llamado hermenéutica. Pero lo hace de un modo ejemplarmente problemático: imposible, pero inevitable; insolente, pero oportuna; irritante, pero necesaria. Traducir no es quiza todavia leer, sino, mas bien, quedarse entre las lineas, en lugar de ir mas alla de ellas. Una impertinencia esencial descoloca la traduccion en el seno de la hermeneutica, sobre todo de la de H.-G. Gadamer, e incita a recorrer esta revelando sus aspectos mar pertinentes: la historia y el tiempo, la escritura y la lectura, el lenguaje y el dialogo, la verdad. Este estudio propone realizar ese recorrido convocando en su conversacion con Gadamer a clasicos del pensamiento sobre la traduccion como Walter Benjamin y George Steiner, entre otros. No tanto para saber como traducir, cuanto para decir de la traduccion como saber y como ethos: entre las lineas, entre las lenguas, entre lo otro.
Primer título de la Colección de filosofía PENSAMIENTO 21. Libros de filosofía sobre la vida cotidiana. Un texto para reflexionar sobre uno mismo.
He aquí un libro altamente recomendable para todo
En el origen de este libro hay una preocupación por pensar y elaborar las vías gracias a las cuales las sociedades democráticas pueden afrontar las heridas y comprender los conflictos de su pasado violento reciente. Esto es, cómo tratar conceptualmente, políticamente, culturalmente, institucionalmente, desde una perspectiva democrática, el mal o el daño pasados. Los ensayos que conforman Confrontando el mal se articulan en tres partes distintas. «Pensando el mal político» (I) da cuenta del mal en su propia realidad presente dentro de la comunidad política, tanteando un entramado de conceptos con los que entender su aparición histórica y su maleabilidad en distintos contextos. «Formas de producción de la violencia» (II) expone cómo lo que llamamos mal se da como una violencia que adopta figuras concretas en lo estructural, en la geopolítica, en la división y discriminación de género, o en las estrategias del miedo. «Después del mal y de la violencia» (III) explora las formas posibles y los límites para afrontar la realidad del mal después del mal, pues gestionar el paisaje después de la batalla comporta pensar en los modos de resolución de la violencia. Por estas páginas aparecen la presencia del trauma, la posibilidad del perdón y la reconciliación, las virtualidades de la narración, la resolución del daño, la eficacia y justicia de las reparaciones simbólicas, los límites de la representación de la violencia o la (im)posibilidad de construir una memoria colectiva... Sin pretender articular ese complejo de problemas de manera completa, se trata de reabrir permanentemente las demandas de la memoria y del pasado común, que solo una ilusión alevosa puede querer cerrar para siempre.