Las emociones tienen lugar en el cuerpo. Son procesos químicos y energéticos que ofrecen información sobre nuestros deseos, necesidades y grado de satisfacción. Utilizando la analogía del árbol, cuya forma viene definida por las energías internas y externas que actúan en él, Brigitte Hansmann pone a disposición del lector veinticinco años de actividad profesional para ofrecerle una introducción accesible y muy completa a la técnica de los patrones somáticos, un proceso que consiste en el reconocimiento de ciertos patrones del cuerpo para disolver nudos emocionales. La clave está en la respiración. A través de la inspiración obtenemos acceso a las improntas que han dejado en nuestro cuerpo emociones negativas del pasado. A través de la espiración, ofrecemos a esas zonas densas un apoyo y un centro de gravedad desde el cual empezar a liberarse. Una guía práctica, accesible y rigurosa para descifrar los mensajes que nuestro cuerpo nos envía y entrar en contacto con la esencia de nuestro ser. Brigitte Hansmann Alemana afincada en Cataluña, Brigitte Hansmann es educadora e instructora de movimiento en DFA (Duggan / French Approach), dirigido al reconocimiento de patrones somáticos. Trabaja con la técnica DFA desde el año 1988. Es autora de varios libros y colaboradora habitual de la revista CuerpoMente.
Con los pies en el suelo describe cómo organizamos nuestro cuerpo a partir de nuestra experiencia vital y cómo los patrones y modelos aprendidos y las creencias sobre nosotros mismos, el mundo y la sociedad contribuyen a configurarlo. Presenta un metodo, el Duggan/French Approach (DFA) para el Reconocimiento de Patrones Somaticos que, a traves de una intervencion manual altamente especifica, nos enseña como soltar la tension que nos encorva, oprime y retiene. Aprendemos a orientarnos en relacion con la fuerza gravitatoria de la Tierra y a movernos y expresarnos con mas libertad y placer, y con menos esfuerzo y dolor. Aprendemos a encauzar el flujo de nuestras emociones y a entrar en un dialogo constructivo con ellas. Una parte de los recuerdos que se reflejan en las sensaciones que transcurren en el cuerpo tienen su origen en las vidas de nuestros padres y abuelos. Si metabolizamos lo nuestro, lo de ellos queda con ellos, los lazos de amor que nos unen se fortalecen, y se reparan aquellos que los mecanismos de defensa contra el trauma habian dañado. Los beneficios que esto supone para la salud fisica y psiquica y para las relaciones personales, asi como para la convivencia colectiva en paz, son incalculables.