Pararse y ver son dos conceptos acuñados por el budismo chino que aluden, como una imagen gráfica, al proceso de la meditación y que asimismo se asimilan con el clásico yin yang. El significado fundamental de , al que a veces s denomina de forma más solemne como , es para la ilusión y ver la verdad. De entre los textos clásicos sobre , el considerado como más profundos y significativo es el GRAN PARARSE Y VER, formado por un conjunto de enseñanzas sobre meditación budista realizadas por el gran maestro Chih-I, de la escuela T'ien-t'ai, que vivió en el siglo VI de nuestra era. Esta obra es una fuente tradicional tanto para el Zen como para el budismo de la Tierra Pura, y en ambas escuelas el patriarca Chih-I fue un maestro incuestionable. El presente libro es la traducción de la primera parte de esta monumental obra, e incluyen los principios y métodos de la meditación budista, constituyendo un tesoro de enseñanzas para las escuelas de budismo durante mil cuatrocientos años.
Manual de espiritualidad del budismo Tendai.«Detente un poco, párate a respirar; haz una pausa para ver las cosas como son, sin darles más importancia de la que tienen. Párate a contemplar». Así nos aconseja desde hace catorce siglos el monje budista Chih-i, cuyo manual de meditación e higiene corpóreo-espiritual presentamos bajo el título «Pararse a contemplar».. Nuestros días están marcados por la prisa y el estrés. Frente a ello, tal vez nada sea tan útil como hacer una pausa y aprender a contemplar la propia vida desde ángulos distintos que nos ayuden a vivirla de otro modo.. El maestro Chih-i aprendió en la escuela del zen el arte de sentarse en postura de loto para respirar y meditar, para calmar los altibajos de la mente agitada y contemplar el rostro auténtico de la realidad, más allá de las apariencias. Su conocimiento sapiencial puede sintetizarse en el binomio «saborear y saber»; no en vano, saborear sin saber es huero; saber sin saborear es frío.