Esta es la historia del Fantasma de la Ópera como nunca antes había sido relatada. La delicada y tímida Christine, joven corista de la Ópera de París, oculta un voluptuoso secreto. Cuando cae la noche y las luces del escenario se apagan, una enigmática sombra pronuncia su nombre y la arrastra por caminos de pasiones escondidas, mostrándole el poder de su voz y despertando toda su sensualidad con sus manos aterciopeladas y su rostro desconocido. Es su ángel de la música, su tutor, su inspiración, quien le enseña cómo afinar las notas para que suenen perfectas mientras recorre lentamente su espalda y posa sus labios en su cuello nacarado. Él, la legendaria figura que aterroriza a todo el mundo de la ópera, es el único que puede someterla, que la hace vibrar con cada uno de sus susurros y atenciones, un enigmático hombre sin cara que la transporta a un mundo de placeres ocultos, haciendo emerger tanto su musicalidad como sus deseos más recónditos.
Edmond Dantès ha pasado gran parte de su juventud encarcelado por un crimen que nunca cometió. Y por fin, tras veinticuatro años en prisión, el destino le brinda una nueva oportunidad. Las alegres fiestas de París le esperan y, arropado tras la máscara de un rico conde, Edmond llevará a cabo una venganza planificada durante lustros, su compensación por todos los días malgastados en un calabozo. La peor parte la reserva para la mujer que rompió su alma en mil pedazos: Mercedes, su prometida, su amor de juventud, aquella que no supo esperar y que se entregó al peor de sus enemigos. De ella reclamará la represalia más salvaje. Entre caricias clandestinas y besos prohibidos la conquistará, obligándola a saciar sus exigencias sin límites y a sufrir el dolor de su irrefrenable pasión. Sin embargo, Edmond pronto caerá en su propia trampa. El roce de sus pieles, los ardientes gemidos pidiendo clemencia, sus violentas súplicas sólo provocarán el regreso de dulces memorias, de un amor perdido mucho tiempo atrás...