Crónicas y testimonios de la vida en las cárceles de la Argentina, documentada a través de la voz de los propios presos y de expertos en el sistema penitenciario.A pesar de las restricciones que se imponen a periodistas e investigadores para ingresar en las carceles, Eduardo Anguita y Daniel Cecchini se propusieron y lograron restituir las voces de quienes viven alli. Los cronistas se meten, desde un lugar diferente, en un debate que esta al tope de la agenda social, lo que muchos simplifican como "inseguridad".Estas paginas invitan a preguntarnos si las prisiones son para seguridad, si pueden rehabilitar o si no constituyen, en realidad, verdaderos depositos de personas.En Carceles cuentan sus vidas seres humanos que estan privados de libertad pero que, mas tarde o mas temprano, tal vez viajaran en el tren o en el colectivo junto a nosotros.
Tal como los primeros conquistadores españoles llegaron al Río de la Plata armados hasta los dientes, dispuestos a quedarse con el oro y la plata de aquellas tierras dejando a cambio a los indígenas un puñado de espejitos, campanillas y abalorios, los nuevos conquistadores -Telefónica, Repsol, Endesa, la SEPI, el BBVA, el BSCH y demás tiburones de la economía española- desembarcaron hace unos años en Argentina para quedarse con las joyas de su corona -sus redes de teléfonos y de electricidad, sus yacimientos de petróleo, su compañía aérea de bandera... y, ya de paso, también los ahorros bancarios de sus ciudadanos- dando a cambio muy poco, y casi todo en forma de sobornos a los miembros más desaprensivos de su muy desaprensiva casta dominante, en perfecta conjunción con los principales políticos españoles: José María Aznar, Felipe González y el propio rey Juan Carlos, en funciones de ocasional broker. Daniel Cecchini y Jorge Zicolillo han hecho un minucioso, apasionado y apasionante trabajo de investigación periodística que, con cifras, nombres y fechas en la mano, pone al desnudo la bochornosa labor de expolio que han realizado en Argentina los nuevos conquistadores, contribuyendo decisivamente a la bancarrota del país.