Novela realista que trata con extraordinaria sensibilidad y delicadeza sobre la necesidad de vínculos afectivos para la construcción de la identidad personalLucius Sims es un chico listo, aunque nadie lo diria al mirarle a la cara. Quiza sean sus ojos -algo mas separados de lo normal- o su nariz torcida y su cojera los que han hecho pensar a la señorita Cooley que su lugar podria estar en un centro de educacion especial. Pero a Lucius aun le quedan muchas cosas por ver. Cuando alguien que dice ser su padre venga a buscarle, no se lo pensara dos veces, aunque sepa que su padre esta muerto... Una cautivadora historia, narrada en forma autobiografica, que trata de los sentimientos sin sentimentalismo y transforma lo cotidiano en maravilloso a traves de una mirada verdaderamente especial.
A su padre lo timaron. Siempre quiso tener un pedazo del Oeste, un jardín privado, un lugar donde poder echar a volar la imaginación y descansar al final del día. Acabó fiándose de una inmobiliaria que prometia el paraiso. Tras una cena en un Holiday Inn, un agente sin escrupulos le endilgo un terreno de una hectarea en River Ranch Acres, Florida. En el folleto aparecian parejas montadas a caballo y riendo alrededor de fogatas y carromatos, aguilas calvas y puestas de sol de una belleza inigualable. La casa piloto tenia el aire rustico de los westerns que tanto le gustaban: vigas a la vista, animales disecados, espuelas, hierros de marcar, bridas e insignias de sheriff incrustadas en ambar. Todo mentira. Lo que al final compro, como muchos otros incautos, fue un terreno baldio infestado de serpientes y cerdos salvajes, dejado de la mano de Dios. Y, para mas inri, ocupado ilegalmente por los socios de un siniestro Club de Caza, unos zombis antigubernamentales armados hasta los dientes que se comunican con radios de banda ciudadana y dejan tripas de jabali colgadas de las vallas y cajas de mierda humana para ahuyentar a los propietarios. Esa fue la herencia que recibio Dennis Covington. Y ese fue el pequeño trozo de Sueño Americano que, a la muerte de su padre, como en una version quijotesca de Duelo de titanes, se dispuso a reclamar. Era estadounidense de nacimiento y de Alabama por la gracia de Dios, y no iba a dejar que un puñado de patanes de Florida me avasallara o me intimidara.
Uno de los mejores libros escritos sobre el Sur de Estados Unidos. En 1995 quedó finalista del National Book Award. Mitad ensayo biográfico mitad crónica de viajes.«Para Dennis Covington, lo que comenzó como un simple encargo periodístico —cubrir el juicio de un predicador de Alabama condenado por tratar de matar a su mujer con serpientes venenosas— se acabaría convirtiendo en una aventura que le llevaría a zambullirse de cabeza en un mundo extraño, misterioso y, en última instancia, irresistible y de una fe inamovible: el mundo de los manipuladores de serpientes, donde la gente bebe estricnina, habla en lenguas, impone las manos a los enfermos y, según juran ellos mismos, resucitan a los muertos.»
A su padre lo timaron. Un agente sin escrúpulos le endilgó un terreno en Florida, baldío y dejado de la mano de Dios. Para más inri, ocupado por los socios de un Club de Caza, unos zombis antigubernamentales armados hasta los dientes que dejan tripas de j