Los avances que en los últimos años se han conseguido en el estudio del tratamiento del cáncer han modificado sustancialmente el perfil clínico y pronóstico del paciente oncológico, así como los aspectos terapéuticos y asistenciales. Desde la perspectiva psicosocial, una filosofía asistencial que sólo planteaba la atención a los aspectos emocionales del enfermo moribundo, ha dado paso al desarrollo de áreas tan importantes como la psicoinmunología, la calidad de vida del paciente, el abordaje y tratamiento de las complicaciones psiquiátricas que surgen en el curso de la enfermedad, el estudio de los mecanismos del dolor, los cuidados paliativos, las estrategias psicológicas y de afrontamiento del cáncer, los aspectos psicosociales, etc. Todo ello confirma el cuerpo de la doctrina de la Psicooncología, que se plantea dos objetivos fundamentales: por un lado el estudio del impacto del cáncer sobre los aspectos psicológicos del paciente y su entorno, y por otro el análisis de las variables psicológicas y conductuales que pueden ser factores de riesgo.
En los últimos años se han producido grandes avances en la investigación sobre los trastornos de la conducta alimentaria que han permitido responder a muchos interrogantes. Hoy se sabe mucho más acerca de los aspectos biológicos y psicopatológicos de estas enfermedades. La anorexia nerviosa no es tan frecuente como la bulimia, pero son enfermedades incapacitantes que pueden conducir a la muerte. Hay en ellas alteraciones fisiopatológicas comunes, particularmente en la función del sistema serotoninérgico. En el campo del tratamiento de los TCA, en los últimos años se han desarrollado importantes estrategias en forma de "fusiones terapéuticas". Son sistemas de intervención complejos basados en una visión de la patogénesis a múltiples niveles que incluyen tratamiento psicoterapéutico cognitivo-conductual o de otro tipo, medicación antidepresiva, tratamiento familiar, etc. En el libro un grupo de especialistas abordan algunos de estos aspectos en los que se han producido mayores avances y que puede resultar de interés multidisciplinario.
La investigación médica ha producido fármacos antirretrovirales cuya combinación permite frenar o incluso suprimir la replicación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en el organismo infectado. La información y la educación sanitaria han contribuido, en determinadas poblaciones, a disminuir la incidencia del trastorno. En otras poblaciones, sin embargo, la frecuencia de casos nuevos sigue aumentando debido a que no se adoptan las precauciones recomendadas en las conductas de riesgo. El hecho de que la conducta humana sea el factor determinante en la transmisión de esta infección, y la cruda realidad de catástrofe sanitaria que se manifiesta en el ritmo y la extensión de su propagación, permiten entender el papel que las ciencias del comportamiento pueden desempeñar en la prevención del trastorno y en la orientación terapéutica de los afectados. A lo largo de todo el desarrollo de la infección se presentan todo tipo de trastornos mentales que requieren la atención de los equipos de asistencia psiquiátrica. Es pretensión de esta monografía el poner al día los conocimientos alcanzados y las experiencias adquiridas sobre esta relación firmemente establecida en la actividad clínica habitual de los equipos de psiquiatría con los pacientes VIH/SIDA.